El presente ensayo observa a la fiesta chicalera de Galeana, Nuevo León, como manifestación de cultural popular. El estudio analiza contenido audiovisual del ejido de San Francisco de los Blancos, relevando cómo la fiesta refuerza la identidad local mediante la celebración, tradición y el ritual. Su persistencia se atribuye a la memoria colectiva y al papel activo de jóvenes que retornan y transforman la fiesta en un símbolo vivo de pertenencia.