La educación es sin duda un arma poderosa en el desarrollo social y humano de cada país. Los avances tecnológicos y científicos han aportado grandes beneficios y avances en muchos aspectos, sin embargo, de igual modo han proporcionado situaciones de desgaste en nuestro entorno. En la década de los sesentas y setentas comienza a nivel mundial un gran interés por la protección de nuestro planeta. Los deterioros en el entorno, son los que nos hacen voltear y ver los sucesos y, asimismo, las posibles soluciones para amortiguar dichos daños. Es aquí donde la Educación Ambiental debe ser empleada como una herramienta que nos llevara al cambio de actitudes y desarrollo de valores para contribuir al bien social y, por ende, de nuestro entorno.