Dentro del patrimonio cultural, las chimeneas de ladrillo industrial como herencia tangible, constituyen un rasgo característico de los asentamientos humanos que han tenido un pasado fabril, como es el caso de la ciudad de Monterrey, N.L., México. Sobrevivientes de un pasado industrial se alzan todavía a varios metros de altura seis imponentes e inmóviles tiros señalando hacia el cielo. La imagen propia de estas chimeneas de ladrillo de principios de siglo XX posee un estilo constructivo propio que con el paso del tiempo ha ido adquiriendo un valor histórico y estético, el cual se desprende de sus ladrillos adosados, algunos todavía ennegrecidos por su actividad pasada y otros, intervenidos en su restauración como elemento patrimonial.