De la misma manera que existió un José Vasconcelos abogado, un Martín Luis Guzmán periodista o un Francisco L. Urquizo militar, así hubo un médico escritor que captó y describió la Revolución Mexicana de una manera admirable: Mariano Azuela (1873-1952). La novela Los caciques se publicó por primera vez en 1917.
En la primera parte, la narración arranca con el funeral de don Juan José del Llano, fundador de la casa Del Llano Hermanos, Sociedad en Comandita. La ciudad se conmueve y acude al funeral. Don Juan José tiene tres hijos varones que lo sobreviven: don Bernabé, el hijo mayor; don Ignacio, el más representativo de la sociedad; y el mundano padre Jeremías, hermano menor. La familia es prototipo del cacicazgo mexicano.