Los padres queremos hijos felices, inteligentes, exitosos, con valores y sanos, muy sanos; ya pasaron nueves meses de gestación y no hubo complicaciones en el parto, en el mejor de los casos. ¿Y ahora qué? ¿Cómo logramos los padres que nuestros hijos vayan creciendo, sanos y fuertes? Lamentablemente no son suficientes los buenos deseos y las mejores intenciones para criar a nuestros vástagos.