La Constitución de Carranza permitió consolidar la ruta hacia la democracia y junto a ella, fortalecer las relaciones entre gobernados y gobernantes, para ello se vale de la Legislación
Electoral. Las trasformaciones político-democráticas expresadas en la Constitución y en la Legislación electoral, se dividen en cuatro grandes etapas: La de aplicación del voto libre, secreto y directo. Segunda, del
acceso de las mujeres a la vida democrática. Tercera, la de reformas democráticas incluyentes de las minorías y el surgimiento de las instituciones ciudadanas. Cuarta etapa, la que tienen que ver con la necesidad de legitimar los procesos y los gobiernos emanados de elecciones controvertidas.