Se ha publicado innumerables veces en artículos de periódicos y revistas que la esperanza y el futuro de una nación está en la educación de los niños y niñas, lo cual es cierto, pero como docente estoy convencida que el presente y el futuro de la educación de nuestra nación está en manos de quien ejerce el poder político, así como de directivos, profesores, tutores, orientadores, padres de familia ... y un sinfín de actores que forman parte del sistema educativo; de los organismos internacionales de defensa y promoción de una educación para todos, en especial para los niños.