La educación en los claustros universitarios, hoy en día, está obligada a tener grandes transformaciones, no sólo en la forma de aplicar métodos didácticos, sino en la pertinencia de los contenidos. El desarrollo de competencias, como ahora se requiere, permite que cada uno construya mediante sus habilidades y destrezas su propio conocimiento, desarrollando además su pensamiento crítico en la solución de problemas complejos. La tecnología ha desplazado la forma de aprender, de su concepción memorística de antaño, para descubrir el propio conocimiento, de acuerdo a sus aptitudes vocacionales, y mediante la creatividad acceder al dominio del pensamiento racional y concreto, de ahí que el enfoque pedagógico se centra más en la matemática, la lectura y el dominio de un segundo idioma que permitirán competencias como la abstracción, la comunicación, el análisis y la comprensión de textos, y desde luego, la resolución de problemas.