Al llegar al estacionamiento exclusivo de Colegio Civil Centro Cultural Universitario, le doy mi nombre al vigilante de la caseta y le digo que soy invitado del presentador del libro sobre los Barón. Me busca en la lista que le han dado. Por supuesto, no aparezco en ella, pero me deja pasar. “A ver si no me regañan”, dice. Le sonrío como para darle confianza y voy a estacionarme.