La investigación histórica de la ciencia no revela inconmensurabilidad, sino más bien, apertura y comunicación. El diálogo científico es un área fructífera de estudio, ya que gran parte de la ciencia surge del mismo; se caracteriza por el constante intercambio de ideas y comunicación entre los involucrados; aún y cuando dicho intercambio sea con uno mismo, sin temores, con el objetivo fundamental de llegar a un acuerdo a través de los desacuerdos.