La preocupación por la preservación y el resguardo del patrimonio histórico ha sido una constante en la vida cultural de nuestro país. Aunado a esta preocupación, el esfuerzo por crear y formar colecciones museográficas que apoyen desde la escuela la tarea educativa ha estado presente en varios estados de la República Mexicana desde finales del siglo XIX. Lo anterior, lo podemos constatar en las sugerencias que aparecen en un boletín de instrucción primaria del estado de Nuevo León de 1897, una publicación bimensual de la Dirección General de Instrucción Primaria dedicada a publicar el avance escolar en el estado y en el que se incluían planes de estudio, estadísticas, textos, estudios pedagógicos, información de los alumnos y todo tipo de información escolar y académica de finales de siglo.