El espacio público nos alberga a todos y provee el escenario para la vida urbana. La ciudad define las vidas que la transitan con cada cruce y acera que la configura; es el espacio de todos aquellos ciudadanos con derechos y obligaciones, que tienen derecho al uso del espacio público, a su apropiación y presencia en él (Brenna & Campos, 2015). Pero no todos tenemos acceso.