A iniciativa de la Preparatoria 3 y a sugerencia del doctor Mateo A. Sáenz, ex alumno del ingeniero Francisco Beltrán, la Universidad
de Nuevo León reinstaló, en pedestal nuevo, el busto del desaparecido maestro el 2 de abril de 1964. Originalmente se develó el 16 de noviembre de 1940 y se retiró a finales de 1959 con motivo de la remodelación de la plaza de Colegio Civil, donde descansaba el monumento a su centro y durante cinco años descansó en el pórtico del Aula Magna, donde se resguardó mientras se terminaban los trabajos. Su pedestal original fue demolido.