La principal forma de organización del trabajo en el período inmediato anterior a la guerra de Independencia (régimen feudal colonial) fue la dependencia personal. Hacendados, mineros, obrajeros y medianos y pequeños propietarios se proveían de mano de obra concediendo a quienes accedían a trabajar para ellos una miserable e insalubre habitación (individual o colectiva), situada en la hacienda o lugar de trabajo, y un pedazo de tierra en usufructo que únicamente con ímprobos esfuerzos era posible hacerlo producir. Este sistema se aplicó en los talleres artesanales, con las diferencias que su propia naturaleza le imponían.