En la primera parte de esta obra, Gabriel García Márquez establece un contrapunto entre dos tipos de amor: El amor secreto de Jeremiah de Saint Amour y su insospechada amante, y el amor “domesticado” de Fermina Daza y Juvenal Urbino. Jeremiah de Saint Amour y su amante han sostenido por muchos años una relación amorosa oculta a los ojos de la gente; ella ha seguido fielmente a quien es un evadido de Cayena, condenado a cadena perpetua por un crimen atroz; el amor de la habitante del antiguo barrio de los esclavos tiene por objeto a quien es la negación viviente de todos los valores de la sociedad.