Como narrador, pasé toda la noche buscando historias en pos de la memoria y la identidad. Como un pauraque tiende a robar lo que
brilla en la obscuridad, cuando uno cuenta una historia, los hechos pueden alterarse a partir de quien lo narra; pero esta vez debo tener cuidado, porque voy a exponerles algo que trata de un franciscano que dicen que podía recorrer veredas y terracerías en corto tiempo, repletas de aflicciones y peligros.