Actualmente sabemos que los gérmenes son causantes de gran cantidad de enfermedades. En las antiguas civilizaciones de Egipto, India y China se creía que las enfermedades eran causadas por espíritus malignos y se consideraban como un castigo divino. En el año 36 a.c., el erudito romano Marcos Terensius Varro, advierte a la gente que habitaba cerca de los pantanos que ahí existían unas criaturas diminutas que los ojos no pueden ver, que flotan en el aire y entran en el cuerpo por la boca y la nariz y causan graves enfermedades; todo esto pasó desapercibido durante varios siglos, nadie sabía cómo se producían las enfermedades, hasta que algunos investigadores fueron descubriendo la verdadera razón por la que nos enfermamos.