Desde su arribo al planeta Tierra, la existencia humana ha estado marcada por una serie de acontecimientos trascendentales, mismos que le han permitido subsistir y permanecer. La adopción de nuevos comportamientos lo llevó a replantarse cosas, que a la postre, le originó evolucionar, de esta manera, construyó sus primeros lazos de unión, cuando vislumbró que era muy vulnerable ante las fuerzas de la naturaleza.