El ser humano, a lo largo de su historia, ha tenido que enfrentar múltiples adversidades, desde el más elemental acondicionamiento de su hábitat, para que le permitiese vivir con cierta dignidad y comodidad, con ese afán, ha sostenido una constante lucha en contra de la naturaleza, cuyos esfuerzos le han redituado hacer cada día más llevadera su estancia en este planeta. Desde su arribo, ha lidiado contra el clima, el hambre y la sed, y a su vez ha mantenido un enfrentamiento permanente contra sí mismo, para vencer sus angustias, temores, miedos y ambiciones. En su búsqueda inquebrantable por encontrar una explicación de lo que observa, el ser humano, quizás accidentalmente fue creando un conocimiento, que se fue transmitiendo de manera oral de generación en generación; en este andar, con el paso del tiempo, llegó a formular una serie de principios y conjeturas sobre su actuar en el mundo, circunstancias que dieron lugar a la conformación de leyes, con la finalidad de regular la conducta a través de sanciones y castigos a quienes incurriesen en una falta circunscrita en el seno cultural de las primeras civilizaciones.