Es indiscutible que hoy en día podemos apreciar un persistente desinterés de la juventud por el estudio, así como una elevada tasa de abandono prematuro de la escuela. (Scott, 2015) Lo anterior se debe a que tú como alumno, sin reflexionar, pues en estos tiempos los distractores están a la orden del día, consideras como un enorme desafío el tener qué asistir a clase, cumplir con las tareas encomendadas, realizar las investigaciones requeridas por tus maestros e, incluso, el tener que presentar algún tema en especial a tus compañeros.