Es indudable que, cuando se habla de la ciudad de Monterrey, inmediatamente venga a la memoria un factor que ha sido de suma importancia para la entidad: la industrialización. A mediados del siglo XX esta faceta de la economía local alcanzó la cúspide de su desarrollo, pensándose, a partir de entonces, en “el auge de su industria” en diferentes escenarios. Precisamente algunos de los frentes desde los cuales la industrialización tuvo su posición fueron en la producción de diversas materias primas y artículos de la construcción. Cerveza, vidrio, acero y cemento se convirtieron pronto en los pilares de la economía manufacturera de la localidad, pasando a ser más que simples componentes de la economía.